RECOMENDACIONES DESPUÉS DE LA TRANSFERENCIA EMBRIONARIA Y DURANTE LA ESPERA DE LA BETA TRAS UNA FIV

Mientras se espera para efectuar la prueba de embarazo… una no debe desesperar.

El momento de la transferencia embrionaria es uno de los momentos más importantes de todas las técnicas de reproducción asistida, in vitro, puesto que si esta no se realiza adecuadamente el resultado podría no ser el esperado, aunque a veces realizándolo todo como se debe, el resultado sigue siendo negativo, pero esto, por desgracia, aún es así.



Una vez la paciente abandona la sala de transferencia, para ella empieza un mundo totalmente distinto al que ha llevado durante el tratamiento, puesto que los embriones ya han sido transferidos y comenzamos la cuenta atrás hasta la prueba del embarazo, que habitualmente suele ser de 14 a 15 días más tarde.

La paciente nunca debe pensar que está enferma, porque un embarazo no es una enfermedad ni porque se hayan necesitado técnicas de reproducción asistida, debe verse de forma distinta, pero sí ha de llevar unas recomendaciones de vida tras este proceso.

La única medicación que debe ingerirse es la que haya pautado el ginecólogo durante el tratamiento, que ya debe estar explicada y no encontrar ningún tipo de problema con ella, pero si fuera necesario por algún tipo de molestia, como dolor de cabeza, dolor de muelas o alguna afección de este tipo, lo más indicado es hablar con el especialista que le ha llevado el tratamiento, pero no habrá ningún problema en ingerir algún analgésico sólo de tipo Paracetamol.

Siempre se debe guardar un reposo un poco más pronunciado durante las 6 horas después de la transferencia, a partir de las cuales, la vida de la paciente deberá ser tranquila, evitando esfuerzos físicos importantes, por ejemplo no practicando deporte intenso, ni levantar pesos excesivos.
También es importante el no mantener relaciones sexuales hasta la prueba de embarazo, de la misma manera que deben evitarse los baños de inmersión, tipo bañera, piscina o playa, por el mero hecho de evitar posibles infecciones y no afectar a la medicación que se está administrando la paciente.

De todas maneras, y como comentaba previamente, tras la transferencia embrionaria, la vida sigue y las actividades diarias como salir, pasear, conducir e incluso trabajar, siempre y cuando no supongo mucho esfuerzo físico, pueden realizarse sin problema alguno.

Siempre es muy recomendable beber abundantes líquidos, observando que la micción sea normal y en la medida de lo posible, restringir la ingesta de sal.

Tan sólo sería necesario contactar con el centro que le ha llevado el tratamiento si se produjesen síntomas como el sangrado, la fiebre, vómitos, hinchazón y dolor abdominal o incluso dificultad respiratoria.

Lo único que nos falta para terminar la espera interminable es realizar transcurridos 14 o 15 días de la transferencia la prueba de embarazo, que puede realizarse de dos formas: en orina o en sangre. Para ello, la paciente deberá seguir con las instrucciones que le haya facilitado el centro de referencia y bien sea positivo o negativo, siempre comunicarlo al centro para que le marquen las pautas a partir de ese momento.

En caso de ser positivo, muy probablemente le aconsejen acudir a su ginecólogo habitual para hacerle una primera ecografía y comprobar que todo está en orden.
Si el resultado es negativo, pero no hay sangrado vaginal, muy probablemente se deje transcurrir una semana y se recomiende repetir el test de embarazo, puesto que en una semana podría positivizarse.

Lo más importante de todo es mantener la calma y seguir paso a paso las pautas marcadas por el centro de reproducción asistida, cuyo único fin es un bebé sano en casa de la paciente que acude a ellos.