Un nuevo estudio ha logrado determinar que las mujeres que se someten a tratamientos que implican la fertilización in Vitro tienen menos posibilidades de que algo salga mal si se recurre a embriones congelados en lugar de hacerlo con otros recién engendrados.

La transferencia de embriones congelados da más resultados que la de embriones frescos, sin que los científicos puedan descubrir exactamente por qué.

De las 340 mujeres estudiadas, el 24 % de las embarazadas por transferencia de embriones frescos sufrió un aborto en el primer trimestre, comparado con el 18 % de las embarazadas por transferencia de embriones congelados. La tasa total de pérdida del embarazo o de complicaciones fue del 68 % entre las usuarias de embriones frescos y y del 48 % en las usuarias de embriones congelados.

Afortunadamente, con los óvulos no ocurre lo mismo ya que suelen tener el mismo resultado los procedimientos con óvulos congelados o frescos.

Algunas causas de estos resultados pueden atribuirse a que el congelamiento actúa como una selección natural, ya que no todos los embriones sobreviven al proceso, y también que los embriones frescos se implantan mejor, lo que da lugar a embarazos múltiples que suelen tener mayores complicaciones.