Las fallas de implantación tanto de los embriones concebidos mediante relaciones sexuales como asistidos por tratamientos de fertilidad se pueden deber a varios factores:

La mayoría de las fallas de implantación se debe a anomalías cromosómicas: las mujeres mayores de 35 años tienen más de 60 % de óvulos con anomalías cromosómicas, las mayores de 40 años más de 80 % y este porcentaje aumenta con la edad. El 60 % de los espermatozoides de un hombre también puede tener anomalías cromosómicas. Así se explica por qué se forman embriones con anomalías cromosómicas que no se pueden implantar o que si se implantan se abortan.

Esto se puede mejorar haciendo ICSI con la técnica de Blastocitos que son embriones de 5 días con más de 100 células y que están especializados para implantarse.

Unifertes trabaja con condiciones de cultivo de embriones diferentes a otros centros de Venezuela. Posee incubadoras especiales que crean un ambiente 100% igual al del cuerpo de la mujer para el cultivo de los embriones hasta el estadío de Blastocisto, siguiendo estrictamente los protocolos del Centro de Medicina Reproductiva de Colorado (www.colocrm.com).

Se ha determinado que los embriones así formados tienen menos anomalías genéticas, lo que aumenta la probabilidad de lograr el embarazo y disminuye la probabilidad de tener un aborto. La tasa de embarazo en Unifertes es 50 % por cada transferencia embrionaria en mujeres hasta 38 años.

Otro factor es la calidad o receptividad del endometrio o tejido interno del útero:
El endometrio o tejido interno del útero también desmejora con la edad, porque se hace menos receptivo, menos especializado para recibir a los embriones, permitir la implantación y el desarrollo normal del embarazo. Esto puede mejorarse con un tratamiento para engrosar el endometrio con unos óvulos vaginales disponibles en Unifertes y con el uso de EMBRYOGLUE que es un medio o líquido formulado para aumentar la adhesión de los embriones en el útero. También hay protocolos con acupuntura para mejorar el grosor del endometrio.

Existe evidencia científica de que el estrés puede producir cambios en los niveles hormonales en las mujeres y contracciones uterinas anómalas, que aunque la mujer no las sienta, pueden afectar la implantación de los embriones (Chrousos y col. 1998; Miller 1998). Se demostró que hay una tasa de embarazo significativamente mayor en las pacientes que recibieron algún tipo de Terapias Anti-Estrés como Ayuda Emocional, Terapia Cognitiva, Terapia de Grupo, YOGA, Acupuntura o Masajes Relajantes que en las pacientes del grupo control.

Atender por lo menos 10 sesiones de terapia de Apoyo Emocional puede mejorar significativamente la probabilidad de lograr el embarazo. La Asociación Americana de Medicina Reproductiva recomienda las Terapias Anti-Estrés para tener bebés. Unifertes hace esfuerzos para ofrecerlas GRATIS a sus pacientes porque la idea es desestresarlas, no estresarlas más

Aunque, el estrés y la depresión también pueden alterar el sistema inmune, específicamente a las citocinas, lo que a su vez puede afectar la fertilidad (Haimovici y Hill, 1998), el factor inmunológico es el menos frecuente, pero también hay tratamiento, aunque se justifica hacerlo sólo después de cuatro fallas de implantación.