En la fecundación in Vitro convencional y en la ICSI el cultivo de los embriones es imprescindible.
El óvulo fertilizado se transforma en un embrión. Se observa la evolución de todos los embriones para determinar la calidad embrionaria y decidir los mejores embriones para realizar la transferencia de embriones.
Dos días después de la punción ovárica y la inseminación de los ovocitos, los embriones habrán mezclado la información genética de la madre y el padre (pronúcleos) y se habrán dividido en 2-4 células o blastómeras.
Cultivo de embriones
En este estadio el embrión se denomina cigoto y cuando se encuentra dividido en 4 células empieza a expresar sus propios genes.
Cultivo de embriones
Tres días después de la fertilización de los ovocitos, los embriones se han dividido en 6-8 células y están preparados para el consumo de glucosa en la cavidad uterina.
Cultivo de embriones
Cultivo de embriones
Cuatro días después, el embrión se encuentra en estadio de mórula y se ha dividido en 16-32 células.
Cultivo de embriones
Cinco días después el embrión se ha divido hasta en 100 células y su estadio se denomina blastocisto.
Cultivo de embriones
Seis días después se produce el hatching o eclosión, es decir, la masa celular interna (MCI) del embrión sale del interior del embrión para adherirse al endometrio de la cavidad uterina de la mujer.
Siete días después se produce la implantación en el útero materno por la interacción de la masa celular interna con el endometrio.
El cultivo de embriones se realiza hasta el segundo o tercer día después de la punción ovárica o bien el quinto día después de la punción. Esto se decide en función de la problemática que tenga la pareja (por ejemplo la necesidad de realizar un DGP), del número de ovocitos fertilizados, de la evolución de los embriones en ciclos de fecundación in Vitro anteriores, etc.