Existen tres factores fundamentales a tener en cuenta a la hora de planear quedar embarazada:

El peso

El primer paso es conocer como está tu peso. Los extremos no son buenos así que es importante saber si te encontrás por encima o por debajo de tu peso ideal.

Hay varios métodos para determinar cuál es tu peso ideal como así también los límites dentro de los cuales tu peso puede fluctuar. Tu nutricionista o tu médico determinarán cuánto y cómo tenés que bajar o subir de peso en caso de ser necesario. En caso de encontrarte con sobrepeso el momento ideal para normalizarlo es antes del embarazo. Nunca se debe intentar hacer dieta durante el embarazo; cuando uno adelgaza se producen ciertas sustancias llamadas cuerpos cetónicos que atraviesan la placenta y son dañinos para el bebé.

Por otro lado, el peso que se gana durante el embarazo se distribuye entre el peso que gana el bebé, la placenta, los tejidos maternos y el líquido amniótico. El peso ganado permitirá un adecuado crecimiento del bebé. Por eso la mujer siempre tiene que ganar peso durante el embarazo

El hierro

El hierro es un mineral que forma parte de los glóbulos rojos y es el encargado de transportar el oxígeno que respiramos hacia todas las células del cuerpo. Tanto el crecimiento del bebé como el aumento de volúmen sanguíneo que vas a experimentar durante el embarazo requerirán de buenos depósitos de hierro en tu organismo. Tu médico te indicará cuáles son los estudios a seguir para chequear el estado del hierro en tu sangre como así también los pasos a seguir para asegurarte una correcta reserva de hierro previa al embarazo.