La edad fértil de la mujer se extiende desde la menarca -o sea la primera menstruación- hasta la menopausia. Dentro de esos años, que en promedio son unos 30 - 35 años, hay un período de máxima fertilidad que se extiende entre los 18 y los 35 años. A partir de los 35 años comienza a haber una caída en las posibilidades de embarazo, asociado a un aumento en el riesgo de aborto y esta caída es mucho más marcada a partir de los 40 años.

En los 5 años que preceden a la menopausia, al posibilidad de embarazo es extremadamente baja. Esta relación entre edad y fertilidad se debe a que la mujer nace con una cantidad determinada de óvulos que a medida que pasan los años la eficacia de los óvulos para generar un embarazo va disminuyendo, a diferencia de lo que ocurre con el hombre en el cual la producción de espermatozoides es continua a los largo de toda la vida y es por eso que el hombre mantiene su fertilidad en forma independiente de la edad.