Una buena alimentación

La alimentación durante el embarazo adquiere especial importancia dado que la buena nutrición de la mamá es uno de los componentes fundamentales para el éxito del mismo. Nunca te olvides que el bebé se alimenta a través tuyo y que lo que vos comés determina lo que él recibe, o no recibe.
La clave siempre esta en la variedad y la cantidad, dos palabritas que encierran en sí mismas la gran verdad.

Cuando hablamos de variedad nos referimos a que te alimentes con los 5 grupos básicos: cereales, frutas, verduras, carnes y huevos y lácteos. La ausencia de alguno de ellos en tu dieta va a traer como consecuencia la falta de alguno (o varios) de los nutrientes escenciales que tu organismo necesita para estar saludable. Incluso el concepto de variedad se aplica dentro de cada uno de los grupos de alimentos; por ejemplo cuanto más amplia sea nuestra elección de frutas o verduras, más seguros estaremos de que recibimos todos los nutrienes que ese grupo nos aporta.

El concepto de cantidad esta relacionado básicamente con las raciones que debemos ingerir de cada grupo de alimentos. Este concepto está de alguna forma relacionado con el concepto de variedad: el consumo en exceso de alguno de los grupos puede ocupar el lugar que debería ocupar otro grupo alimentario. Si por ejemplo mi dieta es excesiva en cereales, probablemente otro de los grupos se vea perjudicado en cantidad, por lo cual se verá afectada la variedad. Es importante cuidarse de no consumir ningún grupo ni en exceso ni en déficit ya que el balance entre todos los alimentos proporcionará el equilibrio justo en nuestra dieta.

¿Cómo equilibrar una dieta en cantidad y variedad?

Los lineamientos que siguen a continuación están elaborados para poblaciones adultas y sanas. Las porciones propuestas son bastantes amplias y eso se debe a que pueden ser utilizadas por personas con diferentes requerimientos calóricos y nutricionales. Es importante no consumir menos raciones que el rango inferior indicado; dejá la lista a mano asi durante el día podés chequear tu consumo de alimentos. Si tu desayuno y almuerzo fueron muy ricos en cereales entonces tratá que el resto de las comidas sean más ricas en los grupos de alimentos que están faltando.