La inseminación artificial con semen de donante es una técnica de reproducción asistida que se emplea en casos de infertilidad masculina, en casos en los que se puede transmitir una enfermedad hereditaria a los hijos o en casos en que la mujer desea tener un hijo sin relaciones sexuales.


La principal diferencia entre este tipo de inseminación y la IAC es, por tanto, la obtención del semen. Los demás puntos del proceso son prácticamente idénticos.


La elección del donante de semen se determina, en primer lugar, según el grupo sanguíneo del futuro padre y, en segundo lugar, según las características físicas de éste.


Permanecerá en anonimato la identidad del donante, así como de la pareja que utiliza el semen del donante.


 


La IAD está indicada en casos de infertilidad masculina severa, o bien ante fallos repetidos de ICSI por factor masculino. También si el hombre tiene una enfermedad de transmisión sexual (ETS) o una enfermedad genética que no se puede detectar mediante DGP.


También se puede utilizar en mujeres sin parejas que deciden ser madres solas o en parejas de lesbianas.


En este caso son de mayor importancia los requisitos mínimos de la paciente, del donante ya se encargan en el proceso de selección de que sea sano y tenga una buena calidad espermática, por lo que todos los donante del banco poseen una garantía de calidad.


Para que una mujer pude someterse a este tratamiento es necesario que tenga permeabilidad tubárica, al menos en una trompa de Falopio, también se requiere que la respuesta ovárica a la medicación sea la adecuada y que el endometrio sea capaz de que se produzca la implantación.


Las tasas de éxito de la IAD varían en función de las clínicas, del donante seleccionado, de la mujer…
Por norma general una mujer joven con una edad inferior a 35 años que se realiza una inseminación de donante tiene una tasa de embarazo que varia del 19 al 30%.


Es importante recordar que en la inseminación artificial la tasa de embarazo es acumulativa de forma que si ha resultado el primer intento fallido, se deberían practicar hasta 4 ya que las tasas de embarazo aumentan, de forma que con cuatro intentos se puede llegar a una tasa de gestación de 60-80% con semen de donante.


 


Las ventajas de realizar una inseminación de donante son las mismas que para la inseminación conyugal (IAC), por lo que se explican en el artículo general de la inseminación artificial.


Los riesgos que pueden surgir en una IAD son exactamente los mismos que pueden surgir en una IAC, por lo que al igual que el anterior se explica en el artículo general.


Para que un hombre pueda ser donante de esperma es necesario que cumpla una serie de estrictos, para empezar es necesario que sea mayor de edad y menor de 35 años. Debe estar completamente sano, se realizan varios análisis para comprobarlo, además en sus familiares no pueden existir casos de trastornos psicológicos, ni enfermedades que tengan un componente génetico hereditario.


Otra condición importante es la calidad del semen, debe ser muy superior a lo considerado normal, además los espermatozoides deben sobrevivir bien a la descongelación. Muchos jóvenes que desean donar son rechazados por no tener una calidad tan elevada en su semen.