Las chances máximas de embarazo ocurren cuando se mantienen relaciones sexuales el día previo a la ovulación. Esto se debe a que el cuello del útero fabrica una secreción llamada moco cervical que en los días previos a la ovulación permiten la llegada y el ascenso de los espermatozoides al útero y que una vez ocurrida la ovulación ese moco no permite el ascenso de los espermatozoides.

La mujer puede determinar ese día ya sea evaluándose el moco cervical y detectando ese moco de características pre-ovulatorias , ya sea a través de la medición de una hormona en orina, llamada LH, que le permite predecir el día que va a ovular, y en cuanto a la relación sexual, lo ideal es que exista una frecuencia de relaciones sexuales de cada 2 ó 3 días; esto se debe a que los espermatozoides sobreviven en el moco fértil o pre-ovulatorio 3 a 5 días, y por otro lado, las relaciones en forma diaria deterioran la calidad del semen ya que no permiten una correcta producción de los espermatozoides.