En los ciclos de FIV o ICSI, además de la calidad del embrión, la receptividad del endometrio también juega un papel en el proceso de implantación.

En ocasiones se produce una asincronía entre el estado de desarrollo del endometrio y el estado de desarrollo del embrión lo que lleva a la no-implantación de este último. La capacidad de identificar un útero receptivo antes de la transferenci y mediante un método no invasivo podría tener un impacto muy valioso sobre la eficacia del tratamiento de FIV/ICSI. 
La ecografía de alta resolución es un método alternativo no invasivo de la evaluación de la receptividad uterina. En este contexto, se han utilizado varios parámetros ecográficos para evaluar la receptividad, incluyendo :
el grosor del endometrio, 
el patrón endometrial, 
y el flujo sanguíneo del endometrio y subendometrial. 

El efecto del grosor del endometrio en la tasa de embarazo en pacientes en tratamiento antirretroviral ha sido evaluado por muchos autores, con resultados controvertidos. Algunos autores demostraron una mayor tasa de embarazo en un cierto espesor del endometrio, mientras que otros no encuentran ninguna relación.
Incluso hay quien establece un umbral de menos 7 (no hay implantación) y más de 14 mm (implantación positiva)

La razón de dicha controversia podría ser probablemente debido a :

un número relativamente bajo de ciclos estudiados, 
los protocolos utilizados para la hiperestimulación ovárica, 
el uso de diferentes puntos de tiempo de control, 
las rutas de la ecografía (transvaginal vs transabdominal), 
y las diferencias en la evaluación estadística del valor predictivo del espesor del endometrio
Un estudio reciente realizado en la Facultad de Medicina Baylor de Houston, ha realizado un meta-análisis (evaluación crítica de todos los ensayos existentes) concluyendo que, efectivamente, el grosor endometrial promedio es significativamente mayor en las mujeres embarazadas en comparación con las no embarazadas. La diferencia entre los dos grupos es inferiro a 1 mm, lo que puede no ser clínicamente significativo. Aunque puede haber una relación entre el grosor del endometrio y el embarazo, el potencial de implantación es probablemente más complejo de medir que con lo que de una sola medición de la ecografía se puede determinar.