En las últimas décadas ha aumentado notablemente el caso de niños nacidos a partir de la fecundación in vitro, lo cierto es que toda esa generación de niños concebidos a partir de técnicas de fertilidad tienen en común afecciones y posibles enfermedades, por ejemplo, con un tercio extra de posibilidades de padecer algún defecto congénito, comparados a los bebés que son concebidos de forma natural.

Esto se pudo conocer gracias a que se analizaron nuevamente varios estudios previos, y los investigadores vieron una clara relación entre este tipo de problemas y la forma en la que habían sido proyectados esos embarazoz, aunque los especialistas no han podido definir de manera precisa cuales son los tratamientos de fertilidad ligados a las tasas más altas de defectos congénitos, inclusive tampoco se puede identificar si la falla se da a causa de la intervención de la tecnología.

Ya hace más de tres décadas que se cuenta con los tratamientos de fertilización in vitro, pensados para todas aquellas mujeres que desean ser madres pero no pueden por los medios naturales. Durante este tratamiento el óvulo de la madre es fecundado fuera del cuerpo y posteriormente implantado en el útero, y desde siempre es un tema que ha generado controversia en base a los riesgos potenciales del uso de esos servicios.

La investigación estuvo a cargo de Zhibin Hu de la Universidad Médica de Nanjin y sus colegas, el grupo se encargó de analizar los resultados de 46 estudios previos que podían comprobar que el número de defectos congénitos entre los niños nacidos de forma in vitro era mucho mayor al de los niños nacidos de forma natural. Para los primeros el riesgo de padecer defectos era un 37% más alto y extremo que para el resto.

En la actualidad los defectos de nacimiento más graves, entre los que se incluyen las malformaciones en las extremidades, o en los órganos, afectan a 3 de cada 10 niños nacidos en los Estados Unidos, según indican los centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses, por lo que el aumento de ese 37% podría llevar los valores a 4 de cada 10 niños nacidos. Los motivos de este aumento de riesgo aún no han sido descubiertos ni explicados hasta el momento.